Quienes somos
PEPITA, NUESTRO GRAN LEGADO
Soy Paloma Cotera, diseñadora y creadora de los tocados de Coterelle.
Vengo de una familia donde el arte y la creatividad han estado siempre muy presentes. Mi padre sacó la carrera de Bellas Artes con Matricula de honor, a mi madre – hija de Pepita – le encanta la decoración y la moda y siempre se hace sus arreglitos, eso le viene de mi abuela, que fue sombrerera, una de las mejores de Madrid de los años 40-60, que se la llevaba a las colecciones de DIOR y a los mejores modistos del París de la época.
Yo nací con el don de mi abuela Pepita para los tocados y los genes de mi padre para la pintura.
Estoy tremendamente agradecida con este regalo.
Mi abuela Josefa Mogrovejo – Pepita – me transmitió desde bien pequeña su amor por la costura, los tocados y los sombreros. Pasó toda su infancia en un internado en París, donde la enseñaron a coser y pronto destacó por su creatividad. Hoy me gusta recordarla como una niña fantasiosa, educada y perfeccionista, riéndose entre costuras con sus amigas.
Cuando volvió a España hacia los años 30, conoció a Paulina Andrianses, otra enamorada de la moda, hija de diplomáticos, que le abrió las puertas de la alta sociedad española de la época. Juntas decidieron crear una empresa de tocados y sombreros en pleno centro de Madrid, en la calle Recoletos.
Hablamos de una época en la que las mujeres disfrutaban mucho arreglándose hasta el último detalle. Les gustaba elegir telas, probarse el vestido en la modista y seleccionar cuidadosamente los complementos. A la ópera se iba de largo, las mujeres renovaban su armario en cada temporada y se guardaban maniquíes con las medidas exactas de las clientas más selectas.
En el atelier de Pepita y Paulina se tomaban las medidas de la cabeza y se escogían cuidadosamente las plumas, el organdí, el sinamae y los complementos del tocado según el vestido, la personalidad de la clienta y el protocolo del acto donde lo fuera a lucir. Esos son los valores que yo sigo y hemos querido atribuir a la nueva marca de Coterelle: Crear pequeñas obras de arte de forma totalmente artesanal con amor y respeto por las cosas bien hechas.
Con la muerte de Paulina, mi abuela Pepita se estableció por su cuenta en la antigua calle Victor Pradera donde montó su salón con su taller. Fue una época donde la moda y sobre todo los complementos tuvieron mucha importancia. Pepita trabajó con los mejores diseñadores de moda de la época: Asunción Bastida, Navarro, Chani, Elio Benhayer (Premio Nacional de Moda), Zamorano…Era normal ver a grandes aristócratas de la época visitar el taller de Pepita, convirtiendo su salón en un punto de encuentro.
Entre costuras, novias, pamelas y tocados mi abuela disfrutaba mucho de su trabajo. Destacó su creación de tocados para la película de Sara Montiel “El último cuplé”.
Uno de sus mayores logros fue ser sombrerera de la Reina Sofía en su época de princesa. Siempre nos contó como se traslada personalmente al Palacio de la Zarzuela a tomar medidas, probar y entregar sus creaciones.
Mi abuela Pepita fue una mujer emprendedora y pionera en su época. Un ejemplo de emprendimiento femenino y de pasión por su trabajo. Utilizó su creatividad para hacer sentir a las mujeres guapas, especiales, elegantes y ese es el legado que recuperamos y que quiero transmitir con Coterelle.